Un Sábado de Pasión pleno ante la incertidumbre del Domingo de Ramos

El Sábado de Pasión se ha convertido junto al Viernes de Dolores en esos preludios oficiales antes de alcanzar la gloria de la Semana Santa el Domingo de Ramos. La jornada que cierra las vísperas se ha ganado la devoción de miles de andaluces, capaces de recorrer decenas de kilómetros para no perderse ni una de las cofradías que componen la nómina del día.

Barrios como los de Ciudad Jardín, Torreblanca y el Cerro en Sevilla han obligado a los cofrades de Sevilla a usar el vehículo particular o moverse vía bus. Esto provocó que llegar a cada etapa, tras haber visto una procesión, suponía dar unas cuantas vueltas por el barrio elegido porque el Sábado de Pasión atrae a mucho público. Hablamos de los barrios pero la jornada de ayer tuvo uno de los grandes estrenos dentro de las Vísperas y fue la primera salida procesional del Cristo de los Desamparados.

La Jornada del Sábado de Pasión empezó en Jerez con la Hermandad de la Entrega que por tercer año, la cofradía jerezana, de la pedanía de Guadalcacín, protagonizará la ‘hazaña’ de llegar a Jerez en la jornada del Sábado de Pasión. De este modo, volverán a ser más de 14 horas de procesión que protagonizarán los nazarenos guadalcacileños desde la Parroquia de San Enrique y Santa Teresa de este núcleo jerezano. La Hermandad puso la Cruz de Guía a las 12:15 llegando a la Iglesia de San Marcos, dónde realizan su estación de penitencia , a las 19:30. La Hermandad puso rumbo de vuelta y arropado por sus devotos que acompañaban al misterio de la Hermandad de la Entrega. La Corporación hizo entrada a las 2:30 de la mañana, luego de recorrer más de 6KM y hacer más de 14 horas de recorrido.

En Cádiz la Jornada empezó con la Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Obediencia de la Hermandad de la Merced. Saliendo desde la iglesia de la Merced, en el barrio de Santa María, este año realizará su segunda salida procesional la cofradía del Nazareno de la Obediencia, después de estrenarse el año pasado en el Sábado de Pasión gaditano. La intención es que el Nazareno de la Obediencia pueda tomar una decisión de cara a 2025 para elegir el día definitivo de salida, barajándose las opciones del Lunes Santo o la Madrugada del Viernes Santo, sin descartar que se mantenga en la víspera del Domingo de Ramos. La Hermandad puso la Cruz de Guía a las 18:00 de la tarde donde disponía hacer estación de Penitencia a la Catedral de Cádiz. Destacar que el cortejo del Nazareno de la Obediencia entra por primera vez este año en La Catedral tras la autorización dada por el Cabildo al Consejo de Hermandades y Cofradías. Recordar que en su primer año de recorrido por la capital, en 2023, no pudo realizar estación de penitencia por la premura de su solitud de la hermandad mercedaria. La Lluvia respetó a la Cofradía y se pudo recoger, respetando el horario establecido, a las 00:20.

Cuando el tiempo más apretaba, a pesar de la dichosa calima que había encima de nosotros, pasadas las tres de la tarde, salía la primera del día y la que afrontaba el recorrido más largo. Todo un ejemplo de esfuerzo y entrega por sacar dos pasos a la calle. En la parroquia el Buen Pastor de Padre Pío, la emoción de los vecinos se podía simplemente tocar. El Cristo de la Salud y Clemencia y la Virgen de la Divina Gracia obraron una vez el milagro de atraer hasta ese punto tan alejado de la carrera oficial, junto a la SE-30, a muchos sevillanos que quizás no vuelvan a pasar por allí hasta el próximo Sábado de Pasión. Esa es otra de las lecciones del día, el poder de unas hermandades que abren sus barrios al resto de la ciudad y qué bien sienta esa permeabilidad.

Sin percances y con un andar exquisito, acariciando los varales, salió el palio. «Ése es el paso», le insistía a la cuadrilla el capataz Rafael Rodríguez. Y sí, qué bien anduvo la Divina Gracia de Álvarez Duarte, que este año cumplía 31 años de su primera salida.

La Hermandad de Torreblanca, la más veterana del día y la que más nazarenos, saca impartió la lección de cómo las cofradías tienen el poder de sanar aunque sea por unas cuantas horas. La plaza del Platanero, un lugar marcado por la marginalidad, se volvió a colonizar de sevillanos que no transitarían por este lugar si no fuera porque se ponía en la calle el portentoso misterio de la hermandad de Torreblanca. Algunas de las viviendas se reconvirtieron en quioscos para unos cofrades sedientos. Bendita normalidad pensaría más de un policía de los que acompañaban el cortejo.

La tarde avanzaba, acercando el momento en el que las hermandades se aproximaban a las diferentes parroquias que habían elegido para hacer estación de penitencia. Conforme el sol se fue apagando, las calles se fueron llenando aún más de público. En el Parque Alcosa, el vecindario abrazó a su hermandad durante la primera parte del recorrido. En avenidas como Ildefonso Marañón, que podrían resultar frías por su amplitud, el calor lo ponían las filas de público y salía también de los balcones de los pisos. Larguísima chicotá la del Nazareno del Divino Perdón andando bajo los sones, por primera vez, de Virgen de los Reyes, que no ahorró en compases que pellizcan el corazón para deleite del público.

En la basílica de María Auxiliadora se vivió otro de los momentos cargados de más emoción. Ahí nació la hermandad de San José Obrero antes de ser trasladada a su actual barrio y hasta allí decidió hacer estación de penitencia. Bellísimo el exorno que llevaba el paso de palio de la Virgen de los Dolores. La composición floral bien podría haberla elegido una novia para su ramo. Sin duda, se ha impuesto con fuerza las tonalidades múltiples en las flores, tanto en los palios como en los montes de los pasos de Cristo.

Ciudad Jardín con la hermandad, la Milagrosa, que va ganando enteros no sólo dentro de su corporación sino también en la calle, dejando la última lección del día. Se ha convertido en imprescindible. La Hermandad con el eterno recuerdo los sones del coro gaditano de Julio Pardo, fallecido el año pasado, que le cantó a la Virgen del Rosario a la salida. Rosario como la patrona de Cádiz y a la que tanto honró un corista que es historia del Carnaval. Esa ligazón con la provincia vecina fue el ingrediente de un Sábado de Pasión que mira ya sin complejos a la semana que empieza hoy.

Otro Barrio que disfrutó de su Cristo fue la Agrupación Parroquial de las Maravillas del barrio de San Diego que de nuevo se paseó la Imagen que realizará el insigne autor sevillano, Dubé de Luque en el año 2009. La Imagen poniendo la Cruz de Guía entorno a las 18:00 se paseó por las calles de alrededor de la Feligresía, haciendo entrada a pasada las 00:00 de la noche.

En el centro de Sevilla se vivió el gran estreno de las Hermandades de Vísperas de la Semana Santa sevillana, siendo la Primera Salida Procesional de la Asociación Cristo de los Desamparados. Saliendo en su paso por primera vez el Cristo de «La Sopa» realizado por Martínez Montañés y acompañado por un repertorio clásico de la Banda de Música de la Puebla. Dudosa agrupación que entrara en la nomina de Agrupación Parroquial, pero Sevilla gana una obra de Martínez Montañés, para su patrimonio cofrade.

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